Cuando se está rediseñando un baño con un estilo industrial, una de las decisiones clave que enfrentamos es la elección del material para las superficies. Aquí es donde entran en juego el cuarzo y el granito. La elección entre estos dos materiales no es trivial, ya que ambos ofrecen ventajas distintas que podrían encajar de diversas maneras en la estética y funcionalidad deseada para el baño.
Personalmente, siempre me ha fascinado el cuarzo por su increíble consistencia y versatilidad. El cuarzo es un material hecho por el hombre, compuesto por un 90-95% de piedra natural molida y un 5-10% de resinas y pigmentos. Esta composición lo convierte en una opción superior en términos de durabilidad y resistencia a manchas. Por ejemplo, el cuarzo puede resistir manchas de maquillaje o vino con facilidad, algo que no es menor si consideramos el uso común del baño. Además, el bajo nivel de porosidad de este material evita que las bacterias se reproduzcan, haciendo del cuarzo una opción más higiénica en comparación con otros materiales.
Por otro lado, el granito es una piedra natural, lo que significa que cada pieza es única, en cuanto a patrones y coloraciones. Este hecho puede ser muy atractivo para quienes buscan una apariencia auténtica y singular. No obstante, también implica que el mantenimiento puede ser más complicado. Por experiencia personal, el granito debe sellarse al menos una vez al año para mantener su resistencia a las manchas y al desgaste del agua. Algo que a menudo se omite es que mientras el granito puede resistir altas temperaturas, su mayor nivel de porosidad permite que los derrames se infiltren si no se limpian de inmediato.
Un aspecto que no se puede ignorar es el presupuesto. En términos de costos, he visto que el precio del cuarzo suele oscilar entre los 50 y 100 euros por metro cuadrado, mientras que el granito puede tener un precio un poco mayor, dependiendo del tipo y la rareza del mismo. Este factor económico puede inclinar la balanza hacia el cuarzo si se busca un acabado de calidad a un precio más accesible.
A menudo surge la pregunta: ¿cuál de los dos es mejor para un baño de estilo industrial? La respuesta depende de qué priorices más: ¿la consistencia y bajo mantenimiento del cuarzo, o la belleza natural y el carácter único del granito? Aunque ambos materiales son duraderos, el cuarzo podría ser la opción más adecuada debido a su bajo mantenimiento y eficiencia en términos de higiene y resistencia a las manchas. Para aquellos más inclinados a adoptar una estética industrial, el cuarzo posee un aspecto limpio y moderno que puede complementar perfectamente la amplia gama de metales y maderas típicas del diseño industrial.
Finalmente, recomendaciones de expertos sugieren que en espacios como el baño, donde la humedad y el uso frecuente son factores clave, el cuarzo tiende a ser la opción más práctica. Y si a esto sumamos el creciente interés en materiales sostenibles, el consumo de energía requerido para producir y mantener cuarzo es significativamente menor, haciendo del cuarzo una alternativa más "verde". Para profundizar en los beneficios y características del cuarzo, puedes visitar este enlace sobre que es mejor cuarzo o granito.